jueves, 11 de enero de 2018

Maicol Hurtado 3ero A

La ronda de noche

               

Rueda como una lágrima en la atmósfera fina,
la voz del campanario antiquísimo: la una...
y su eco pasa, leve como una ave marina,
sobre los techos blancos de escarcha de la luna.

Finge una lanzón la antigua torre de San Alejo,
a cuyo extremo brilla, temblando una estrellita...
húmedos callejones... Casas de tiempo viejo,
con ventanas que el viento, como un ladrón, agita...

Una copla canalla tiembla en el aire puro...
guiña un farol, su guiño se refleja en el muro
y hace mayor el duelo de los sucios portales...

El paso de la ronda se pierde en la calleja
y el rumor de las ramas, en la penumbra, deja
épicas remembranzas de días coloniales.

Comentario: Piensa en los alrededores del callejones y vagabunda por la cuidad meditando sobre las cosas que observa. 

Arturo Borja
Madre locura
¡Madre Locura! Quiero ponerme tus caretas.
Quiero en tus cascabeles beber la incoherencia,
y al son de las sonajas y de las panderetas
frivolizar la vida con divina inconsciencia.
¡Madre Locura! Dame la sardónica gracia
de las peroraciones y las palabras rotas.
Tus hijos pertenecen a la alta aristocracia
de la risa que llora, danzando alegres jotas.
Sólo amargura traje del país de Citeres…
Sé que la vida es dura, y sé que los placeres
son libélulas vanas, son bostezos, son tedio…
Y por esto, Locura, yo anhelo tu remedio,
que disipa tristezas, borra melancolías,
y puebla los espíritus de olvido y alegrías…


Comentario: Trata de agradecer a su madre por las cosas que ha aprendido junto a ella.




Vivir de lo pasado por desprecio al presente,
mirar hacia el futuro con un hondo terror,
sentirse envenenado, sentirse indiferente,
ante el mal de la Vida y ante el bien del Amor.
Ir haciendo caminos sobre un yermo de abrojos
mordidos sobre el áspid de la desilusión,
con la sed en los labios, la fatiga en los ojos
y una espina dorada dentro del corazón.
Y por calmar el peso de esta existencia extraña,
buscar en el olvido consolación final,
aturdirse, embriagarse con inaudita saña,
con ardor invencible, con ceguera fatal,
bebiendo las piedades del dorado champaña
y aspirando el veneno de las flores del mal.

Comentario: En este poema quiere expresar el amor que siente hacia una mujer de una forma melancólica 

Tu Cabellera

Tu cabellera tiene más años que mi pena,
¡Pero sus o­ndas negras aún no han hecho espuma…!
Y tu mirada es buena para quitar la bruma
Y tu palabra es música que al corazón serena.

Tu mano fina y larga de Belkis, me enajena
Como un libro de versos de una elegancia suma;
La magia de tu nombre como una flor perfuma
Y tu brazo es un brazo de lira o de sirena.
Tienes una apacible blancura de camelia,
Ese color tan tuyo que me recuerda a Ofelia
La princesa romántica en el poema inglés;
¡Y un corazón de oro… de la melancolía!
La mano del bohemio permite, amiga mía,
Que arroje algunas flores humildes a tus pies.


Comentario: Trata de una adulta mayor  


  • Tema: Desamor 
  • Términos Exóticos:  frivolizar, vanas,  yermo , Belkis, áspid, sardónica, enajena
  • Escenarios Tristes: desilusión, pena, melancolías
  • Rima del Poema: 17 silabas métricas



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